La inestabilidad económica y el desempleo ponen en riesgo las fuentes financieras, la integridad y seguridad de la ciudadanía. La realidad demuestra que los préstamos populares, conocidos como ‘gota a gota’, han funcionado por décadas en Colombia: “el voz a voz”. La lucrativa actividad tiene como principales clientes a comerciantes y empleados de negocios que manejan dinero a diario.Este método hace parte de una economía clandestina que ha llegado a nuestro municipio. Préstamos fáciles pero con intereses de usura.
Esto se presenta porque el sector financiero exige garantías y referencias para otorgar créditos y los comerciantes no las reúnen en muchos casos. "Llegan a los bancos a pedir un préstamo y lo primero que piden son referencias, certificados, declaraciones de renta; los comerciantes no los tienen y acuden a los prestamos "gota a gota".
Los prestamistas del sistema 'gota a gota' se mezclan entre la sociedad para hacer préstamos a personas necesitadas de dinero que no pueden acceder a los créditos de los bancos ¿Cómo operan? Los prestamistas entregan volantes por ciudad anunciando facilidades en el préstamo de dinero.
Una vez el cliente lo contacta, se hace la transacción, al día siguiente empiezan las visitas y los cobros. "Muchas veces van donde las personas a quienes les prestaron para cobrar, hacen reclamos y hasta amenazas cuando no les pagan a tiempo". En varios sectores de El Tambo, por cada 100.000 prestados al 'gota a gota', se pagan tres mil pesos de cuota diaria durante 40 días.
También existen arreglos semanales o quincenales. "Algunos clientes se vuelan, otros se enferman y hay que esperarlos. Con el tiempo se aprende distinguir a quien se le presta y a quien no. Todo se le deja a la confianza", argumentó un prestamista, por eso para él es mejor tener 10 clientes de 100.000 que uno de un millón, porque "si se me vuela uno de 100.000, me quedan los otros nueve".
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