lunes, 7 de junio de 2010

APRENDE A VOLAR

Víctor Rivas Martínez

El hombre siempre ha soñado con volar. Muchas personas decían que volar era algo imposible para las capacidades de un ser humano. Pero aun así el deseo existía, y varias civilizaciones contaban historias de personas dotadas de poderes divinos, que podían volar. El ejemplo más conocido es la leyenda de ícaro y Dédalo, quienes, cuenta la leyenda: “encontrándose prisioneros en la isla de Minos se construyeron unas alas con plumas y cera para poder escapar. ícaro se aproximó demasiado al Sol y la cera de las alas comenzó a derretirse, haciendo que se precipitara en el mar y muriera. Esta leyenda era un aviso sobre los intentos de alcanzar el cielo, semejante a la historia de la Torre de Babel en la Biblia, y ejemplifica el deseo milenario del hombre de volar”.
A propósito de este deseo que surgió en el hombre al observar las aves en la naturaleza, se cuenta que: “Un pájaro voló junto a un árbol cercano y posándose sobre una de las ramas se dispuso a dejarse caer violentamente sobre una pequeña lombriz que viajaba en busca de su cría.
Sin que aquella pudiera percatarse, el ave agarró con el pico la lombriz y la llevó gozosa hacia un nido que tenía sobre un árbol.
Allí un pequeño polluelo piaba complacido y ávido mientras se engullía la lombriz con un regocijo indescriptible.
El dolor de unos es el gozo de otros, susurró una voz desconocida.
Luego observé cómo el ave tomaba a su cría y la levantaba del nido para dejarlo caer en el vacío.
El polluelo, aterrado, aleteó un poco con desespero y cayó en tierra asustado y maltratado.
Un gato pasajero corrió hacia el polluelo para capturarlo, en tanto que el ave madre volaba amenazadoramente hacia el gato para espantarlo.
El polluelo tuvo tiempo de alzar el vuelo y comenzando a volar se remontó a las alturas.
El polluelo había aprendido la lección de su vida.
Este día comprendí que la vida era una oportunidad para volar, para conquistar el mundo, para hacer realidad mis sueños, para enfrentarme a lo desconocido y lograr lo que los pesimistas creen imposible. Este día comprendí que todos los días tenía que volar para poder sobrevivir.
rivas1957@gmail.com.

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